dissabte, 26 de gener del 2013

Perdonando, que es gerundio, o el árbitro con el umbral bajo

Sant Martí Condal "A"  La Salle Bonanova "A"

Barcelona, 8 de la mañana. 9 grados centígrados, con sensación térmica de 4 ó 5. Niños dormidos; padres... haciendo lo que podemos. Hasta la señora del bar estaba medio dormida, aunque prepara un chocolate a la taza que tiembla el misterio.

Partido de los que hay que cuidar, dada la clasificación relativa de ambos equipos, 5º (ellos) y 3º (nuestros niños).

El despertar brusco se produce cuando, a escasos minutos del comienzo, un pase fallido deja al delantero del equipo local solo y Xavi, quizá demasiado adelantado, no puede parar una vaselina que ponía el 1-0. Vaya si nos despertamos. De hecho Miquel Verdaguer igualaba el marcador escasamente 2 minutos después. Volvía a comenzar el partido.

Comenzaba en este momento una trabajosa labor de control y ataques por las bandas y por el centro con tres problemas, a saber:
  1. Uno de los mejores porteros contra los que nos hemos jugado los cuartos últimamente, vestido â la Kameni.
  2. El institno "killer" que hoy se nos había quedado en la cama.
  3. Un árbitro que no sigue nuestro apasionante Whatssap (en Sevilla le llaman, directamente, "guassa") y que tenía el umbral del fuera de juego por los suelos.
Total que, a pesar del excelente partido de la defensa y la media, cuando llegábamos a las cercanías de la portería local, bien el árbitro nos cortaba el rollo, bien el portero la paraba.

El árbitro no tenía tan bajo el umbral de decisión para los penalties y sólo se atrevió a pitar uno tras el segundo derribo en el área local. Parecia que se encarrilaba la cosa... pero los factores 1 y 2 se conjugaron en el lanzamiento. Seguía el empate a 1.

No obstante, algo más avanzado el primer tiempo, un centro de Villa se veía rematado espectacularmente por un defensa local que tampoco se había despertado del todo y nos adelantaba 1-2. Suspiros de alivio entre la esforzada afición visitante que, cansada de tanto piropear al árbitro, por fín veía el fruto de sus desvelos.

No obstante, los de casa también jugaban y, al borde del descanso, otra vez el número 10 nos perforaba la portería, dejando claro que no nos podíamos confiar. 2-2.

El segundo tiempo comenzó con claro dominio lasaliano y, al poco de comenzar y al poco de salir, Berto hacía un gol dificilísimo desde la derecha y sorprendiendo a propios y extraños.

El resto del partido, dedicado alternativamente al fútbol control y los ataques vertiginosos... y a fallar el último chut o a que nos lo parase el estupendo portero local.

Lo dicho: estupendo partido de la defensa y la media (los dos goles locales no deben despistarnos). También la delantera ha trabajado de lo lindo y ha echado imaginación. Lástima que la efectividad en el tiro a puerta sólo se haya despertado a medias hoy.

Pero también es importante ganar los partidos en los que la inspiración sólo funciona tras mucha transpiración, ¿o no?

 

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