Guárdábamos un buen recuerdo del partido de ida en el Coliseo Puente de Marina. Fue un trabajado 0-1 que no decepcionó: un partido emocionante, de poder a poder, entre dos equipos muy equilibrados.
Sin embargo, algo debe haber cambiado desde noviembre a esta parte. No sabemos si habrá sido la desaparición de las camisetas del patrocinio del bar "Chatico" el responsable de la bajada del rendimiento de los del parque, pero la verdad es que no son el mismo equipo.
O, quizá, es que en La Salle hemos mejorado mucho...
Quizá es que hemos salido muy enchufados y, mientras este cronista se apuntaba la alineación, Carlos Royán hacía el primer gol en el minuto 2.
Por cierto, la alineación de la primera parte:
Xavi, por supuesto. Defensa: Max, Marcel, Alejandro y Pol Verdaguer. Media: Carlos Royán, Pol Basso, Igor. Delantera: Espa, Villa y Pujol.
A partir del gol, el Parc volvió a ser ese equipo peleón en el centro del campo y con una defensa que, una vez despierta, no da ninguna facilidad. Sin embargo, sus ciertamente incisivos delanteros no podían con nuestra defensa... despistes aparte.
El despiste llegó hacia el minuto 11. El incisivo delantero provocaba un mal entendimiento entre Max y Xavi y aprovechaba su travesura para meternos el primero. No obstante, Xavi recompuso la defensa y el despiste no volvió a ocurrir.
La continua lucha en el centro del campo daba lugar a oportunidades alternativas, incluyendo un penalty no pitado a Villa por un colegiado con un parecido más que evidente al Sr. Stark.
A partir de ese momento volvía el dominio lasalliano al campo y diversas ocasiones daban lugar a varios corners que, sin embargo, no conseguíamos transformar en gol (¿qué pasó con la "mitgeta"?).
Los extremos (Pujol y Espa) hacían de las suyas, pasando balones al punta (Villa), pero no parecía ser suficiente (¿demasiados Àlex juntos? ;-)). Incluso una jugada clarísima de chute a puerta la acababa desbaratando el defensa de guardia, que cubría una portería de la que el guardameta visitante había sido sabiamente desplazado.
Sin embargo, comenzaba a perfilarse el centro-chut como la herramienta que nos iba a proporcionar mejores rentas. A pesar de esto, la primera parte terminaba en 1-1.
En la segunda parte recuperábamos nuestro sentido de juego favorito: con el sol a la espalda. Y también, el carrusel de cambios. Comenzó con la incorporación de Xavi Batlle como extremo izquierdo y el retraso de Àlex Pujol a la media. Esto nos hacía jugar un 3-4-3 a fin de ganarles el disputado centro del campo.
El primer centro-chut productivo vino a cargo de Espa, que se marcó un golazo impresionante desde la derecha que entraba por la escuadra izquierda. 2-1.
Nuevo cambio: Guille sustituía a Alejandro de lateral y éste le daba un pequeño descanso a Espa en la posición de extremo derecho. Un poco más tarde se incorporaban Àlex Verdaguer y Sergi Ubach.
Segundo centro-chut productivo. A paso de Espa (que había vuelto a salir) Alejandro conectaba un derechazo que entraba por toda la escuadra. 3-1.
Poco después se producía una de esas jugadas de garra de Espa que, a pase de Àlex Verdaguer, se intentaba torear a tres defensas (más el portero) intentando aumentar la cosecha. Le tuvieron que pitar falta en ataque porque no había quien le quitase la pelota...
Un poquito más tarde, los defensas del parque se hacían un lío y, como Espa andaba por allí, les hacía el cuarto roto. 4-1.
Un nuevo cambio sentaba a Espa, Alejandro e Igor. Volvían a salir Villa (¿cuándo se había sentado? ¡qué lío!) y Pol Verdaguer... y mientras yo intentaba averiguar quién más había salido, el número 8 se nos escapaba por mérito propio y nos hacía el segundo gol. 4-2. El Parc tenía sus destellos.
Sin embargo, poco más dio el partido en los 10 minutos que faltaban. La defensa, las líneas prietas, evitó mayores problemas.
Final del partido, saludos cordiales entre rivales próximos y al túnel de vestuarios.
Devolvemos la conexión a los estudios centrales.
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